Cuando era pequeña siempre me enseñaron y supe compartir, ya sea mi
lonchera, prestar mis juguetes…incluso la propina (que en ese entonces era mínima
tenía 3 años) se la daba a las personas que pedían limosna en las calles, etc.
Pero eso no fue solo por iniciativa propia, era algo que me nacía...
pero estuvo siempre de la mano de lo que me inculcaron mis padres y mis
abuelos, sobretodo mi abuelo paterno (que partió al cielo cuando yo tenía 5
años y es mi ángel guardián), y mi abuela materna que es una de las personas
más buenas, desprendidas y solidarias que conozco.
Aún recuerdo como si fuera ayer cuándo mi abuelo me dijo:
“Hoy vamos a compartir nuestras cosas con la gente que lo necesita”.
Era época navideña y habían niños que tocaban nuestra puerta para
pedirnos algo que ya no usemos, o algo para comer. Tocaron la puerta y era una
señora con su pequeña hija…
Mi abuelo les dijo que nos esperen un momento y tras la puerta me dijo:
”Hijita ¿Qué le quieres dar a esa niña de regalo? ¿Qué te gusta a ti? “ .
Yo le dije que tenía una muñeca que no usaba y que se la podía dar, y
que a mí me gustaba una muñeca con la que siempre jugaba.
Él me dijo: "Entonces dale esa muñeca con la que más juegas, no la
que no usas. Esa muñeca que te gusta se la entregarás con amor, porque te estas
desprendiendo de algo que realmente quieres…para compartirla con alguien" ,eso
realmente es lo que vale.
Eso hasta el día de hoy lo guardo en mi mente
y corazón y es de las cosas que más recuerdo.
¿Cuántas veces hemos pensado en enseñarle a nuestros hijos a ser
solidarios?
¿De qué manera? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿No será muy pequeño? ¿Entenderá? ¿Es necesario?
Como madre (primeriza), profesora de educación inicial y voluntaria
(casi siempre con niños),
te puedo asegurar que SI se puede, que SI entienden,
que SI es importante, que el ser
pequeños no los limita y CLARO que es necesario y hay muchas maneras de sembrar
solidaridad en sus pequeños corazones.
Digo corazones porque según mi punto de
vista y manera de pensar…todo lo que se enseña ó se siembra con amor, se
archiva en la mente y en el corazón y eso es lo que se aprende y dura para toda
la vida.
Lo principal: NUESTRO EJEMPLO
Nuestros hij@s son nuestro reflejo, debemos enseñarles a compartir, a dar, a ayudar.
Compartir desde lo minimo como invitar una galleta, prestar un libro, un juguete,
una crayola.
Enseñarles a ayudar...por ejemplo:
- Si alguien se tropieza que le de la mano y lo ayude a pararse.
- Haz que te acompañe a hacer donaciones, junta cosas para donar con él/ella en una caja.etc.
- Que vean que nos preocupamos y ayudamos a alguna persona cuando esta mal y llevarlos con nosotros a visitarla.
(foto encontrada en internet: Regina una luz de Esperanza) |
Que ellos vean que ser solidarios es algo básico y bueno en nuestra vida diaria. Todo
lo que vean de nosotros lo harán.
NUNCA decir cosas como:
“Si ese niño no te presta, tú tampoco le
prestes” ó “no invites nada, te lo he comprado solo para ti”.
Así mientras vayan
creciendo ir aplicando la solidaridad en ellos variando un poco.
Explicarles que dar es un acto que papá Diosito valora mucho y lo hace
feliz al igual que a nosotros sus padres, sus familiares, sus maestr@s, etc.
Y así “como jugando” ir poco a
poco sembrando esa semilla de solidaridad en ellos.
Recuerden que “mientras juegan crecen, y mientras crecen aprenden” y cada cosa que se enseña con amor, se aprende y
dura para toda la vida.
La solidaridad es uno de los más importantes valores que debemos
sembrar en nuestros hijos, el dar a alguien que necesite algo sin esperar nada a cambio, solo
por nuestro bienestar interno…
es algo que los ayudará siempre a ser mejores seres humanos..y a vivir
felices haciendo un mundo mejor para ellos que son el futuro de este
planeta.
“Solidaridad no es dar lo que a uno le sobra, es dar lo que al otro le
falta”